miércoles, 24 de febrero de 2016

El misterio de Sigurd Serpiente en el Ojo (II)


Ahora que ya conocemos un poco la figura de Sigurd Serpiente en el Ojo y las referencias en las sagas que podrían sugerirnos las causas de la peculiar marca en el ojo, nuevamente contando con la información encontrada en la ponencia de Marta Garrido Collado y Juan Antonio González, voy a exponeros las posibles causas médicas que dado un aspecto viperino al ojo de nuestro protagonista.

En 1923, Ingjald Reichborn-Kjennerud expuso en su obra Lægerådene i den eldre Edda” (consejo médico en la Edda antigua) que el nistagmo como posible explicación a la marca de Sigurd. El nistagmo comprende oscilaciones involuntarias, rítmicas y repetitivas de un ojo o ambos. Los nistagmos observables pueden ser horizontales, verticales y/o rotatorios. Este trastorno influye en la capacidad de fijación de objetivos y su incidencia sobre la agudeza visual depende de sus características. Suelen estar asociados a patologías de la retina, del nervio óptico así como a anomalías del iris.

Ejemplo de nistagmo horizontal

Para que dicho análisis sea lo más completo posible, utilizaremos fuentes documentales que nos permitan obtener marcadores que conduzcan hacia signos y síntomas de patologías o hallazgos fisiológicos que nos permitan elaborar propuestas plausibles en base a tres pilares: características, epidemiología e incidencia en la vida diaria (como podría haber afectado a Sigurd).

Fuente I:  Ragnars saga loðbrókar
La primera mención sobre la particularidad ocular de Sigurd Serpiente en el Ojo proviene de Áslaug al profetizar detalles sobre su propio embarazo: “ Tú sabes que estoy embarazada, y será un niño lo que llevo en mis entrañas. Pero este niño tendrá una marca de nacimiento tal como si una serpiente rodeara su ojo”.
Se trata de una alusión de carácter hereditario de la marca o una génesis asociada al proceso del parto.
El hecho de que Áslaug mencione que la marca rodeará el ojo el niño, nos lleva a pensar en estructuras o formaciones que evoquen a una serpiente enroscada alrededor del globo ocular, lo cual nos permite relacionarlo con el uróboros, aunque en ningún momento se haya indicado que la marca en forma de serpiente se muerda la cola.
Teniendo en cuenta estas características, podría sugerirnos que se trata de una patología y/o condiciones en las áreas que rodean la órbita del ojo propiamente dicho: todas estructuras oculares y periorbitarias observables a simple vista como la piel de las inmediaciones, cejas, párpados, esclera, córnea o iris.


Si la marca afectara a la piel, podría venir causada por lunares, nevus, angiomas o incluso hemangiomas capilares, las cuales son observables en recién nacidos y pueden adquirir formas muy variadas, por lo que fácilmente podrían evocar una serpiente. 

El Nevus de Ota, cuya incidencia epidémica es más común 
en negroides y mongoloides) también podría ser una opción, 
sobre todo teniendo en cuenta su baja incidencia en caucásicos.

La siguiente mención que encontramos es cuando Áslaug da a luz al niño. Ragnar le pregunta cómo ha de ser llamado y ella le responde:

“Sigurd será el  nombre del niño
Que entablará batallas,
Será muy parecido a su madre
Y llamado hijo de su padre.
Éste será conocido como
Orgullo de la estirpe de Odín,
Hay una serpiente en el ojo
De quien hizo morir a otra.”

Con esta afirmación encontramos que se desacreditan las marcas ubicadas en los límites de la órbita, es decir, obliga a descartar las marcas epidérmicas que rodean el ojo aunque no todas las que hemos mencionado anteriormente. Por ejemplo, quedarían como no descartados los nevus del iris o esclerales y los lunares.
Estas condiciones son bastante caprichosas y pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo incluyendo también los párpados, esclera e iris. También pueden encontrarse lunares en la retina a través de la otalmocopía. 

Los nevus del iris son tumores benignos y normalmente 
se presentan de forma unilateral. Se trata de lesiones pigmentarias 
planas o levemente sobreelevadas que sólo afectan a las capas 
superficiales del iris,incluyendo el estroma. También pueden 
aparecer en esclera y piel de forma espontánea

La predicción de Áslaug en la que afirma que su hijo se convertirá en un guerrero con experiencia en más de una contienda, nos anuncia que Sigurd deberá encontrarse en condiciones visuales suficientes para abordar las acciones bélicas.
Otra particularidad de Sigurd recién nacido, se menciona cuando Ragnar le entrega un anillo:

“No vi a ningún joven,
Que llevara pardas cintas de la montaña
En las piedras de las cejas.
Este valiente repartidor de oro
Recibió un obscuro anillo
-es fácil reconocerlo por esto-
Como marca del borde de los párpados. “

Tomando como referencia el tercero de los versos de este fragmento recitado por Ragnar, podría tratarse de una pista en cuanto a la coloración de la marca. Según la descripción, deberá ser pardusca, castaña, ocre y de otra tonalidad oscura. Esta idea parece corroborarse en el sexto verso donde hace alusión a la marca como un “anillo oscuro”.
Si optamos por aceptar esta tonalidad como válida, tendríamos que descartar patologías como el leucoma o queratitis microbiana, a pesar de que ambas concordarían con las exigencias del poema en cuanto a ubicación y son especialmente versátiles en cuanto a las formas que pueden exteriorizar.

Por lo general, la queratitis se presenta a menudo rodeando u ocupando la pupila y el leucoma puede producirse en cualquier área corneal con cualquier forma. Sin embargo deben ser descartadas debido a su característica tonalidad blanquecina causada por la desorganización de fibras corneales en e caso del leucoma y por la respuesta defensiva ante la ocupación bacteriana en caso de la queratitis. 

Queratitis microbiana: afección inflamatoria corneal 
producida por microorganismos tales como hongos, 
virus, parásitos o bacteris entre las que destacan las 
pseudomonas y staphylococcus. 

Fuente II: Ragnarssona Tháttr

En esta fuente se referencia la particularidad de Sigurd de la siguiente manera:

“Éste tenía una marca en el ojo como si hubiera una serpiente alrededor de su pupila, y por eso era llamado Sigurd Serpiente en el Ojo”.


Se refuerza la idea de que la marca debía ser lo suficientemente llamativa o de lo contrario, sería poco probable que nuestra figura adquiriera el sobrenombre por una marca vulgar y de poca importancia. 
En este caso se indica que la señal es monocular y se especifica que está localizada alrededor de la abertura pupilar, por consiguiente obliga a dirigir nuestra búsqueda hacia el iris, especialmente en pos de formaciones que puedan acordonar la pupila.

Fuente III: Libro IX de la Gesta Danorum

Saxo Gramático comenta en el Libro IX de su obra que Sivardo (Sigurd) no tendrá la marca desde el nacimiento ni tampoco será unilateral.
Según esta fuente, cuando Regnero (Ragnar) entabla combate contra los facciosos, es nuestro personaje quien resulta gravemente herido: 

“Pero, Sivardo, mientras acometía de frente a un enemigo, recibió al caer a tierra una herida en su cuerpo postrado”.
No obstante, esta herida no es la causa de su viperina marca, la cual será creada posteriormente por la mano divina de Rostaro (Odín): “Sivardo,…ofrecía su cuerpo a los médicos para que lo curaran. Abocados a éstos incluso a la más extrema desesperación al hacerla enormidad de la herida inútiles todos los remedios a ella aplicados, uno de gran corpulencia, que fue visto acercarse al lecho del enfermo, le promete que recuperaría al instante la salud si le dedicaba los espíritus de aquellos a los que destruyera por las armas. Y no omitido su nombre, añadió que se llamaba Rostaro. Y al percatarse Sivardo de que podía obtener un gran beneficio al precio de tan pequeña promesa, obedeció de buen agrado a sus peticiones. Entonces el anciano hizo desaparecer con la súbita ayuda de su mano la lividez de la por él tratada ponzoña y procuró a la herida una rápida cicatrización. Por último, se alejó esparciendo sobre sus pupilas unos polvos. Al originarse de repente unas manchas, aquél le dio a sus estupefactos ojos un gran parecido con los de las serpientes”. 

El escrito no habla de la presencia de una serpiente en los ojos de Sigurd, sino del parecido de sus ojos con los de los ofidios y por consiguiente nos transmite la idea de que Sigurd tendría pupilas verticales (manchas) causadas por los polvos que Odín le echa en los ojos.
Si este hubiera sido el caso, sería necesario volver a considerar el leucoma de la lista de descartados por las fuentes anteriores.
Un trauma abrasivo sobre la córnea generaría manchas blancas debidas al leucoma. Si éstas ocuparan toda la superficie corneal con excepción de una franja vertical sobre el centro pupilar, dotaría al ojo de un aspecto impresionante que evocaría a los ojos de una víbora, creando una mirada muy particular  e imponente. Este proceso sería muy doloroso por la elevada población de noniceptores (receptores del dolor, son terminaciones nerviosas de las neuronas sensitivas primarias. Para excitarlos se precisan niveles de estímulo tan elevados que normalmente corresponden con los estímulos nocivos para los tejidos) en el estroma corneal.
Si se tratara de dicho leucoma, arrebataría a Sigurd su capacidad visual (tendría muy baja visión) incapacitándole para el combate y le imposibilitaría participar en encuentros bélicos.  

Es cierto que existen patologías que pueden hacer parecer al ojo humano el de una víbora,  ninguna de ellas puede relacionarse con ningún polvo en su génesis, salvando el ejemplo anteriormente mencionado.
Por consiguiente entendemos que Saxo Gramático intentó dotar al personaje de cualidades sobrenaturales, fiereza y crueldad a través de recursos literarios sin que tuviera con ello intención de representar una realidad.
Si obviamos la intervención del dios y sus misteriosos polvos, la Gesta Danorum describiría una marca bilateral que podría asemejarse a los ojos de las víboras. Ciertas patologías pueden ajustarse bien a esta condición y tener un origen congénito.
Los colobomas de iris bilaterales, por ejemplo, cumplirían con estas exigencias. No obstante, todas las opciones posibles implicarían problemas visuales de importancia y aberraciones derivadas de la forma no redondeada de la pupila.

Conclusiones:

Tras analizar estas tres fuentes tenemos que las  menciones de la señal de Sigurd en la Saga de Ragnar y en el Relato de los hijos de Ragnar, encontramos que coinciden en que la marca es unilateral y la serpiente se encuentra presente en ella.
El relato de es más específico en cuanto a  la localización de dicha marca.
La saga, nos indica que la marca es congénita y parece indicar que la marca tiene una tonalidad parda u oscura.
Al no contradecirse la una con la otra, parece ser que hablan de la misma señal ya que una aporta datos que la otra no tiene.
Teniendo en cuenta los datos aportados por ambas, podríamos plantearnos patologías  u hallazgos fisiológicos como los más proclives a encajar con la marca ocular de Sigurd:

- El coloboma de iris: Durante la formación de las vesículas ópticas en el desarrollo embrionario del ojo, se forman las llamadas fisuras coroideas. Ambos pliegues de esta fisura comienzan a fusionarse alrededor de la quinta semana de gestación durante un período próximo a las dos semanas.
Cuando este proceso no se produce adecuadamente, se manifiesta el coloboma y su fenotipo dependerá de la  situación de la fisura coroidea.
El coloboma se manifiesta como fisuras o hendiduras que dan lugar a pupilas deformadas o incluso segundas pupilas. Cuando son completos crean pupilas en forma de cerradura y la fisura alcanzará el límite en la periferia del iris, mientras que los parciales generan pupilas ovaladas. Es de baja incidencia epidémica aunque más frecuente que la aniridia.
Las personas afectadas por el coloboma de iris presentan fotofobia y en ocasiones pueden mostrar una forma de mirar especial: inclinan sus cabezas hacia abajo o hacia arriba, según el cuadrante en el que se encuentre el coloboma para que el párpado correspondiente actúe como diafragma óptico, sustituyendo funcionalmente a la porción iridiana interrumpida por el coloboma y así disminuyendo la fotofobia.     



La heterocromía:  Hay dos tipos de heterocromía, la iridis y la iridum.
En la heterocromía iridum, conocida también como heterocromía completa o total, el sujeto presenta diferente concentración de melanina entre un ojo y el otro. Esto se manifiesta en una coloración de iris distinta entre ambos ojos. Es una situación poco frecuente en humanos y rara vez se manifiesta sola, ya que suele constituir un signo asociado a otras patologías y síndromes como el de Claude-Barnard-Horder o el del Warrdenburg. Es de origen congénito aunque puede alcanzarse esta situación a través de traumas.
Si Sigurd la hubiera presentado en exclusiva, dejando de lado las patologías asociadas, probablemente hubiera presentado un ojo de color azul y otro marrón, cumpliendo así con las exigencias en cuanto a atractivo, localización en incluso podríamos encontrar semejanza en cuando al kenning o “anillo oscuro”. Su baja epidemiología haría particular a Sigurd, pero no tendría que sorprender a los cercanos de este personaje, ya que este tipo de heterocromía es fácilmente observable en animales domésticos como el gato, el perro o el caballo.
Su visión sería buena en este caso.
Por lo que respecta a la heterocromía iridis, conocida como parcial, describe la situación que encontramos distintos tonos de color en el mismo riis. Esto se debe a la distribución heterogénea de melanina a lo largo del riis. Este tipo de heterocromía es muy frecuente, especialmente sobre ojos con bajas concentraciones de melanina como son los ojos azules o verdes.
Los patrones que describe esta heterocromía son diversos, de manera general, puede catalogarse en sectoriales y centrales, en las cuales el tono más oscuro se encuentra formando un anillo alrededor de la pupila formando un anillo.
Este tipo de heterocromía no está relacionada con ninguna patología y es congénita, aunque en ocasiones un trauma puede redistribuir los pigmentos del tejido.
Tampoco afecta a la capacidad visual.
Teniendo en cuenta que la mayor parte de los escandinavos tenían ojos azules, resultaría fácil encontrar este fenotipo, especialmente el de la heterocromía central.  Esta situación podría acercarse a las directrices marcas por las fuentes, la señal presentaría una coloración oscura que rodea la pupila.
No obstante, decepcionaría en cuanto a espectacularidad debido a su alta epidemiología.
Es posible que una heterocromía iridis sectorial resultara más llamativa que la central porque es menos frecuente y a menudo la diferencia de color es más tajante, de manera que la diferente coloración no queda diluida entre los tonos, aunque siguiera sin ser demasiado impactante.  

heterochromia radial 

heterochromia iridis 

La aniridia: se trata de una patología generalmente bilateral muy poco común. Se caracteriza por la ausencia total o parcial del iris. A menudo se encuentra relacionada con el Síndrome de WAGR, donde además de padecer aniridia, se desarrolla el tumor de Wilms, retraso mental y otros trastornos.
También suele acompañarse de nistagmo, relacionado con la hipoplasia del nervio óptico y de la fóvea, además de ptosis, fuerte fotofobia, glaucoma, catarata y ambliopía. Debido a la falta de diafragma funcional, también afecta al desarrollo de la retina, la maduración de la fóvea y la estructuración de la corteza visual.
Por lo general permite valores de agudeza visual muy bajos y es hereditaria.
Debido a que no se hace ninguna alusión de condiciones oculares especiales ni en Ragnar ni en Áslaug, carece de sentido plantear un patrón de herencia autosómico-dominante para Sigurd.
En raras ocasiones puede aparecer de forma esporádica, por lo que el cambio del gen se produciría por la mutación genética, y existen varios casos monoculares documentados, lo cual cumpliría con las exigencias de la Saga y el Relato y constituiría una rareza.
Las probabilidades serían escasas debido a la mínima incidencia de esta patología (su aspecto podría causar fascinación) y por el síndrome que la acompaña, el WARG, que haría que Sigurd tuviera una capacidad intelectual mermada y entraría en conflicto con sus precoces intervenciones durante su infancia. 

La sinequia: adhesión del iris a la cápsula anterior del cristalino o la córnea que origina la pupila irregular. Es una adherencia entre el iris y otra estructura ocular. Pueden diferenciarse dos tipos: las iridocorneales o anteriores (cuando el endotelio del iris se adhiere a la parte posterior de la córnea) y las iridocristalinianas o posteriores (en las que el iris se adhiere a la porción anterior de la cápsula del cristalino). Generalmente se producen por traumas oculares pero también pueden producirse por procesos inflamatorios como la uveítis. Suelen provocar deformaciones en la pupila, y pueden llegar a dificultar el flujo del humor acuoso entre cámaras si se bloquean los drenajes, dando lugar a situaciones más graves como el glaucoma y llegar a ser causa de ceguera. Estas adherencias tienen una elevada epidemiología, pero la mayoría de ellas solo son observables con oftalmoscopio o lámpara de hendidura.
Las más llamativas presentan adherencias de considerable extensión e incluso varios puntos de unión, deformando así la pupila. Dichas estructuras pueden formar relieves que evoquen a una serpiente saliente del iris hacia el punto de adherencia o por el contrario, podríamos verla en la extraña morfología de la pupila deformada por la unión entre tejidos. En ambos casos la sinequia no conllevará un cambio de coloración.
Las adherencias podrían dificultar el correcto funcionamiento de los músculos del iris durante los procesos de miosis y midriasis, lo cual haría que si Sigurd las presentara, tuviera poca adaptación a los cambios de iluminación ambiental. Además, en función de la morfología de la pupila resultante, presentaría una elevada fotofobia y aberraciones aunque no obstante, podría mantener una buena agudeza visual en términos generales.



Nevus del iris, pecas y lunares: presentan ciertas similitudes con la heterocromía: la función visual no se ve alterada y en ambos casos son más frecuentes en iris de color claro.
Son poco frecuentes (solo se observan en el 5% de la población), y muestran tonalidades marrones bien definidas que a menudo protruyen ligeramente que suelen encontrarse en cuadrantes inferiores.
Dichas formaciones a menudo aparecen circunscritas y la sobrelevación favorecería la evocación de una figura resaltante rodeado de la pupila.
No obstante no se trata de una característica muy espectacular ni llamativa.

Permanencia de la membrana pupilar: remanentes mesodérmicos embrionarios de carácter benigno, los cuales provienen de la vaina vascular anterior del cristalino, que normalmente es reabsorbida poco antes del momento del nacimiento.
Cuando esta membrana no desaparece o deja vestigios, se observaran finos filamentos dispuestos de manera radial.
Suele presentar una mayor incidencia sobre ojos oscuros (80%) que sobre ojos claros.
Normalmente esta situación no requiere de tratamiento alguno ni interfiere en la función visual porque los remanentes son de pequeña importancia y su ocupación en la pupila es mínima, aunque hay casos en que puede obstaculizar el paso de la luz. 

Las membranas pupilares persistentes  o teratomas dermales: tumor orbital congénito derivado de las tres capas germinales embrionarias que sufren malogración.  Los teratomas dermoides acarrearían complicaciones de gravedad variable en función de la evolución del quiste, lo que los hace poco probables por las complicaciones derivadas del tumor.

Quedan totalmente descartadas las patologías epidérmicas periorbitarias y aquellas oculares que no formen estructuras observables que evoquen a una serpiente o a un anillo de coloración oscura en la extensión del iris.
En cambio, el la descripción de Saxo Gramático, la marca de Sigurd sería bilateral y no nacería con ella, sino que la adquiriría por trauma. No encontramos la serpiente en la marca, sino que sus ojos  se parecen a los de las serpientes.
Si obviamos los elementos fantásticos del relato, se podría proponer como causa un coloboma bilateral, sobre todo si observamos la apariencia de esta situación ocular cuando afecta al cuadrante inferior y superior.  
Si esta marca fuera bilateral y adquirida, Sigurd no podría apoyarse en un ojo sano para compensar la baja funcionalidad del otro, como ocurre en las otras fuentes islandesas.  Su sistema visual no podría haberse adaptado y entregado mayor dominancia a la corteza correspondiente al ojo en mejores condiciones. Tampoco podría aprender a utilizar sus restos visuales al máximo, ya que dicha marca sería adquirida en edad adulta y no desde pequeño, por lo que el período de plasticidad habría desaparecido. Por consiguiente sería difícil que pudiera participar en acciones militares sin sufrir graves percances o una muerte prematura debido a que no podría valerse de gran parte de la información visual del entorno.

Intentar dar una explicación sanitaria a la marca de Sigurd resulta muy complejo ya que tal y como he comentado en el post anterior, se desconoce si realmente existió y los detalles de la señal y ella misma, los cuales podrían perfectamente ser fruto de recursos literarios de las fuentes.
Para llevar a cabo estas conclusiones tanto Marta Garrido Collado como Juan Antonio González González han partido de las patologías y situaciones fisiológicas más cercanas a la idea que transmiten los textos, y yo me he encargado de hacer un breve resumen en este blog, ya que considero que podría ser de vuestro interés (todo el mérito es de ellos J ).
Ante la falta de información sobre las habilidades visuales del personaje, se ha considerado que Sigurd habría sido una persona autónoma en su vida cotidiana, basándonos en la imagen que transmiten las fuentes empleadas para elaborar este escrito, en las cuales se da a entender que era un guerrero capaz en el campo de batalla, y por este motivo se descartan aquellas situaciones que coloquen al sujeto en condiciones de baja visión.
Las condiciones referentes a la estética de la marca han sido impuestas en función de las definiciones encontradas en fuentes nórdicas utilizadas.
Teniendo en cuenta todo esto, nuestros dos expertos, se decantan por creer que la causa más probable sería el coloboma de iris completo, ya que cumple a la perfección las descripciones de la marca del Relato de los hijos de Ragnar y la Saga de Ragnar Calzas Peludas.
Se trata de una patología congénita, que puede ser unilateral y localizada en el iris, puede encajar con la descripción de Saxo Gramático (en términos de coloboma bilateral), y aunque puede influir en su agudeza visual en función de su morfología, puede permitir conservar la mayoría de las habilidades en materia.
Dicha causa no priva a nuestro protagonista de sus capacidades visuales, le otorga un aspecto atractivo a cualquier mirada y causaría impacto debido a los bajos índices epidémicos.
Con ella libraríamos a los padres de la carga genética y eximiríamos también a sus hermanos ya que ninguno de ellos es descrito con características especiales en cuanto a materia oftalmológica. 

Fuentes: 
Post basado en la genial ponencia realizada por Marta Garrido Collado y Juan Antonio González González. Para más referencias:
- Cf. GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Juan Antonio y GARRIDO COLLADO, Marta: “ Las Sagas Nórdicas” en Sigurd Serpiente en el ojo, a través de fuentes nórdicas  e interpretaciones patológicas de su marca ocular, coord. ---
ESPINAR MORENO, Manuel y ROBLES DELGADO, Alberto. Universidad de Granada. Edición digital Natívola, 2015.

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